BUENOS AIRES.- El presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Diego Pérez Santisteban, consideró que el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) “no es una buena noticia” para el país. Sin embargo, aclaró que todavía se puede revertir. “La situación no es de inminencia porque la Argentina tiene la posibilidad de solicitar un último recurso de reconsideración. De todos modos, el Gobierno tendrá que dar una respuesta rápida”, aseguró.
En ese sentido, analizó que por antecedentes de otros casos, “es muy difícil que el país pueda torcer algo que ha sido ratificado en la apelación”.
En declaraciones radiales, el dirigente empresario advirtió que si el Gobierno nacional responde al fallo adverso con garantías, o con compensaciones a los países damnificados, los alcances del fallo podrían remediarse. Además, advirtió que si la Argentina no logra torcer la decisión de la OMC, los países denunciantes (en referencia a Estados Unidos, a Japón y a la Unión Europea) podrían bloquear productos argentinos. “No quiere decir que lo hagan hoy o mañana, puede que no lo hagan nunca, o que lo hagan con todos los productos que importan o con algunos”, subrayó el directivo.
Postura oficial
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió el sistema de Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), que cuestionó la OMC, al considerarlo una traba para el ingreso de productos extranjeros. El funcionario sostuvo que este mecanismo facilita el trabajo de las aduanas, y remarcó que “es un proceso ágil”. Además, advirtió que el normal abastecimiento de productos en la economía depende de la previsión de las empresas importadoras.
Ante la prensa, el jefe de ministros señaló que la resolución de la OMC no implicará modificaciones en las negociaciones bilaterales con las naciones que demandaron a la Argentina ante el organismo regulador. Sobre este punto, agregó que estas naciones “son las más denunciadas en la OMC con fallos negativos”.
También consideró que es factible abrir negociaciones con los países denunciantes, pero aclaró que este proceso ocurrirá luego de analizar el contexto económico. “El sistema de DJAI implica un análisis previo de las importaciones en función de las proyecciones de las empresas. El anticipo de información es un elemento básico que ayuda a las aduanas a garantizar un resguardo”, argumentó.
Capitanich subrayó que si hay desabastecimiento de productos es por fallas de las empresas importadoras, y negó que esta situación se relacione con la aprobación de importaciones. Además, detalló que entre 50 y 60 empresas concentran el 60% de las importaciones en la Argentina, y reveló que el volumen total de transacciones se incrementó en los últimos 11 años. (DyN)